Después de un par
de días de descanso el viajero se pone de nuevo en ruta, esta vez dirección
Benidorm con escala en Huesca. Lleva todos los pertrechos de la playa;
sombrilla, esterillas, flotador del pequeño, manguitos del mayor, toalla para
el pequeño, toalla para el mayor, toalla para mamá, toalla para papá, cámara de
vídeo, cámara de fotos, cintas de película, carrete de fotos, silla de playa,
tumbona plegable, balón de goma, raquetas de playa, aletas. Tubo, gafas, dos
cubos de arena, dos rastrillos, dos Palas, cuatro botes de cremas variadas,
varios pañales, toallitas húmedas, chupete de recambio, termo con agua fría,
termo con la comida caliente, colchón inflable, tabla de surf, gafas de sol,
chancletas para el pequeño, chancletas para el mayor... y todo aquello que
puede ser de utilidad ante un eventual cambio de tiempo en pleno mes de Agosto
en pleno Benidorm.
Después
de rellenar el último espacio útil del coche con el resto de la familia, el
viajero enfila dirección Teruel y más
tarde Alicante. Antes de entrar en Alicante se pierde y protesta. Hace mucho
calor y el viajero jura en arameo. Los niños no han comido y mamá protesta. El
niño pequeño protesta como está acostumbrado a protestar: llorando y gritando
como un perro salvaje. Pareciera que le fuera en ello la vida. El niño mayor se
cabrea de oírle al pequeño y decide que es un buen momento para competir con su
hermano. El mayor llora con mucho énfasis. Parece que se emplea a fondo. Mamá
les grita, papá protesta y son las ocho de la tarde con 40 grados a la sombra y
sin merendar. La tensión se masca en ese vehículo que parece que en cualquier
momento va a saltar por los aires esparciendo lágrimas del mayor, gritos de
mamá, lágrimas del pequeño, chancletas, toallas, sombrillas...
Sobre
las once de la noche llegan a su destino y afortunadamente solo les queda
descargar el coche, cargar seis veces el ascensor, bajar al coche otras seis y
preparar las cenas y las camas. El viajero ya echaba de menos estas vacaciones
cuando volvía del Peñón.
Apenas
había comenzado la sofocante monotonía de todos los veranos cuando la voz del
presentador del telediario de las 15:30 h. les deja paralizados por unos
segundos.
__ ¿Que han dicho?
__No
lo sé, espera...
__ ¿Son ellos?
__ ¿No había mas expediciones en el K 2?
__ No; españolas, no.
__Entonces. . . ¿Son ellos?
__ Si, son ellos.
A continuación un
sudor frío acompaña el relato del locutor enumerando los pormenores del
desgraciado accidente donde, parece ser que han perdido la vida tres de los
seis componentes de la expedición aragonesa al K2. No saben los nombres. El
bombo de la siniestra lotería comienza a girar y no parará hasta dentro de tres
días cuando inesperadamente suena el teléfono __ ¡Loren... está vivo!
Extraña amalgama de sensaciones.
Emoción, incertidumbre...
¿Quienes son los otros?
__Javier
Escartín, Lorenzo Baños, etc
Tristeza...
Amigos que nunca volveremos a ver.
Recuerdos que quedarán plasmados en la
memoria mezclados con la alegría del momento.
El
descanso playero se ve interrumpido por el suceso y al cabo de varios días
vuelve la familia al completo a su lugar de origen. Ha terminado el verano.
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