Tic, tac, tic, tac...


   Mañana se cumplirán exactamente sesenta años de mi transcurrir por la vida, senta años ocupando un espacio que se me otorgó sin permiso, como es lógico. De otra forma habría sido imposible, ciertamente.
    Mañana el Feisbuk se encargará de recordar a todos mis contactos la buena nueva, es por eso por lo que me adelanto, por una vez, a esta maravillosa y generosa red social.
    Mañana sonará mi teléfono una y otra vez para recordarme que me queda un año menos de vida. Puede parecer pesimista pero ni mucho menos es así. Es naturaleza pura y dura, simplemente.
    Mañana escucharé una y otra vez las felicitaciones de muchos de los que me conocen. Sigo sin encontrar el motivo por el que se felicitan globalmente los aniversarios. Considero que no tiene ningún mérito cumplir un año más, salvo que una enfermedad u otra situación especial ponga en riesgo la supervivencia y este no es mi caso. Las felicitaciones irán acompañadas, en muchos casos, con la cansina y típica melodía incrustada en gifs de fábrica. Casi esto es lo peor de los cumpleaños. Tremendo.
    Mañana no trabajo y podré contestar educadamente a todos los felicitantes agradeciendo su memoria. No será un día más feliz que el de ayer o el de pasado mañana. Solo llevo a cabo una liturgia en un día como este, desde hace muchos años que no viene al caso detallar. Tampoco entiendo por qué tengo que invitar a copas a los demás cuando tendrían que ser los demás quienes me demuestren su afecto y su alegría convidándome a lo que yo quiera. Es algo inaudito.
    Mañana habré llegado a un momento de mi vida donde es preciso reflexionar. A esta edad más vale haber conseguido gran parte de las expectativas pues va quedando menos tiempo para cumplirlas. En mi caso estoy relativamente satisfecho. He conseguido algunos retos personales y profesionales importantes, para mí, aunque algunos otros se han quedado en el camino ciertamente. Comienzo a vislumbrar claramente los éxitos y los fracasos. No voy a ponerlos en una balanza, de momento, pero soy consciente de haber cometido algunos errores ciertamente graves. Creo que va siendo tarde para remediarlos por lo que solo me queda pedir disculpas. A veces, en la vida uno se deja llevar por un compendio de sensaciones, personas o situaciones que te hacen bordear el camino de la rectitud. Es difícil manejar algunas situaciones. No supone una excusa pero los éxitos pasaron desapercibidos mientras los errores destacaron sobremanera. Suponen los puntos negros en el folio en blanco. Imagino que es lo normal.
    Mañana comenzará otro día exactamente igual que hoy. Solo resaltará en la medida de los retos y objetivos que me proponga. El primero lo tengo claro: no amanecer estrangulado con el cable del respirador de la apnea. El resto me los iré planteando sobre la marcha.
    Mañana, si no antes, más de uno me criticará este “post” tachándome de amargado, rancio o insociable. Lo entiendo perfectamente pero...

🎼Así soy yo... 🎼Así soy yo... sin tí... 🎼


          Perato
7 de junio de 2019

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Malditos Bastardos