El Grito de la Ballena

    El Viajero piensa que su viaje ha terminado.
El V
iajero ha vivido ausente durante más de un año. 
El Viajero no tiene hoy donde viajar y los viajeritos se preguntan porqué papá no viaja ya.
El Viajero ha tenido un mal viaje en el tiempo.
El Viajero pensaba que podía ir a cualquier sitio con un pequeño pero gran equipaje de honestidad.
El equipaje del Viajero no le quita el frío de la noche rasa en silencio. Al Viajero le pasan por la imaginación pesadillas irreales, frías...
__ No hay nada que hacer...
El Viajero siempre se mueve con un equipaje que deja en su lugar de origen. El amor de su viajera y la confianza de sus viajeritos que le miran a los ojos cuando llega todas las noches a casa.
Los Grandes Viajeros le miran a los ojos cuando llega a casa el domingo.
El Viajero se mira al espejo cuando llega a casa...
... y ve canas, algunas arrugas en su frente y siente algo de vergüenza cuando no encuentra contestación a las preguntas.
El viaje ha concluido.
Volverá a viajar ?
Las letras salen de su estupendo Roller buscando ansiosas donde posarse. Fluye la tinta buscando desesperadamente donde plasmarse mientras le sudan los ojos como la sangre buscando la brecha.
Todo el esfuerzo ha servido para crear en el Viajero una sensación de fracaso y en los suyos un interrogante.
El Viajero le toma la mano en esa noche sin sueño. La viajera disimula una lágrima y calla...
Hay poco que decir.
Ojos tristes.
La tristeza es la sopa diaria de los viajeros solos.
¿Porqué seguir?
¿Que sentido tiene?
Sigue, como siempre, sin encontrar respuestas.
Hacen falta reaños para seguir.
Hace falta reaños para parar.
Las pecas del viajerito están hoy más marcadas que nunca mientras pregunta:
_ ¿Papi, mañana trabajas?
Ópera Prima siempre. Nada tiene sentido. Todo, banal y oscuro...
Otra vez. La historia se repite de nuevo.
Han sido siete años de viaje en redondo. Cuando el Viajero se pierde entre la niebla de las montañas camina siempre hacia el lado izquierdo hasta que acaba en el mismo lugar de origen.
Punto de comienzo.
Después de 25 años de viaje se encuentra prácticamente en el mismo sitio.
Madurez?
Es cara la madurez.
El desafío, el proyecto de ambición triunfa.
El Viajero busca consuelo en el recuerdo de Nícola, su entrañable Nícola. Allá donde estés, Nícola, te llama tu hombre especial. Tu sola serías suficiente consuelo para este estúpido ser.
El viajero no quiere volver a casa
La puerta, cerrada.
¿Premonición?
El Viajero baja las escaleras despacio y vuelve a refugiarse detrás del micrófono del karaoke.
La noche, fría y clara.
La calle, vacía.
El horizonte, más lejano que nunca.
El Viajero busca algún rayo de luz al amanecer.
¿Amanece?
Murió por segunda vez, en el meridiano de su vida.
Su esfuerzo solo ha servido para experimentar con las sensaciones del fracaso más absoluto. Y se lo intenta contar a sus viajeritos.
Durante casi un año solo hace que lamentarse de su fracaso hasta que el límite del sufrimiento le hace recapacitar y borrar de un plumazo su asquerosa experiencia. Piensa que su relato termina en este momento.
Las Coplas de Manrique se vuelven a pasar por la mente de este fracasado recordándole que el tiempo pasa y no se puede luchar contra él. Es más práctico convivir con él pues no queda otro remedio. La única solución factible es sobrevivir de cualquiera de las formas.
Sigue pasando el tiempo a una velocidad tremendamente asimilable.

   Perato
Año 2000

Malditos Bastardos